Términos como "transgénico", "orgánico", "gluten free", entre otros se han vuelto cada vez más popular y te apuesto a que has escuchado al menos uno de ellos en alguna ocasión.
Con los métodos de producción actuales las empresas dedicadas a la agricultura y alimentación son capaces de producir cantidades inmensas de alimentos y esto ayuda enormemente a satisfacer la demanda mundial de comida. Sin embargo, muchos de estos alimentos están genéticamente modificados, es decir, son "transgénicos" ó también en su etapa de crecimiento las plantas son regadas con pesticidas y fertilizantes que ayudan a obtener un mejor rendimiento y menos pérdidas para estas empresas.
Entonces al saber todos los químicos que le agregan al tomate, la cebolla, la lechuga, entre otros vegetales y frutas que forman parte de tu ensalada diaria, tu salsa, o tu guiso favorito; muchas personas han optado por crear un huerto personal tratando de ser autosustentables. Así que si alguna vez has pensado en poner un huerto para cosechar tus vegetales orgánicos libre de pesticidas y demás porquerías. ¡Esta entrada de blog te va a encantar!.
¿Cómo sembrar una planta?, un huerto está conformado prácticamente de muchas plantitas ya sea de una sola especie o de varias. Entonces para crear uno, debemos hacernos esa misma pregunta un montón de veces, ¿fácil no?, jajaja.
El primer paso es elegir las semillas de la planta que queremos sembrar. En algunos casos es necesario dejarlas secar, hidratarlas, o sembrarlas directamente después de consumir la fruta o verdura. Te recomiendo encarecidamente que investigues primero qué tratamiento previo deben llevar las semillas frescas o que simplemente vayas y compres una bolsita con las semillas ya listas. Sea como sea, el primer paso es ese... ¡Consigue semillas!
Bueno, las plantas necesitan un hogar donde vivir, ¿cierto?. A diferencia de seres humanos como tú o como yo, las plantas no vivirán mucho en una cama cómoda y calientita, aunque aún no entiendo como es que pueden morir estando acostaditas en la gloria. En fin, hablando ya en serio, el segundo paso es: ¡la tierra!, o también conocido como sustrato.
Existen muchos tipos de tierra como puede ser la tierra negra, blanca, arenosa, gris, con limo o sin limo. Bueno debes investigar qué tipo de tierra necesita la planta y conseguirla para que se sienta súper cómoda y en gratificación a las atenciones que le das... crezca fuerte, sana y los frutos sean deliciosos. Listo, segundo paso...¡ve a conseguir tierra!.
Ahora, no puedes dejar la semilla en la tierra por ahí tirada en tu casa o en el huerto, ¿cierto?. Pues has de conseguir una maceta o si eres pobre como yo puedes ponerlas en unas bolsitas o en unos botes de yogurth de a litro, sí los mismos que están rellenos de frijoles en el refrigerador... y de paso ¡reciclamos!; estamos en todo, somos buenos, no dominamos el mundo porque no queremos; Tercer paso, ¡consigue una maceta! y pon ahí la tierra y dentro cobija a nuestra hermosa semillita bebé. Plantarla vendría a ser nuestro cuarto paso, ¡Pum!, nos echamos dos pájaros de un tiro.
Vamos avanzando, ¿ves como no es tan difícil cuando dejas de darle tantas vueltas y simplemente lo intentas?, ¡eso!, ya casi, tú puedes, confío en tí.
Quinto paso, nuestras semillas para germinar necesitan humedad, agua pues. Entonces trata de regar esa semillita para que pueda convertirse en un frondoso árbol. Te preguntarás, así como yo, ¿qué tanta agua necesita esta semillita bebé?; bueno, la respuesta es que es igual a la atención que tienes que darle a una mujer para que no se canse de tí, pero tampoco piense que no te importa. Oséase ni mucho ni poco... lo sé, eso no aclara nada, qué puedo decir... es un arte. En fín, trata de que la tierra quede mojada, pero que no haga charcos... con eso debe bastar.
Listo, ya casi terminamos, no te des por vencido. Sexto y séptimo paso, debes de darle su espacio cuando germine, investiga si tu planta es de mucho sol, o de sombra, trata de acomodarla en un lugar ideal para que no se muera.
El séptimo paso es cuidarla, darle cariño, hablarle bonito, decirle lo importante que es para tí, echarle su agüita, acariciarla de vez en cuando, es una planta bebé y debes tratarla como tal. No te preocupes, ella te lo agradecerá, depende de qué hayas sembrado puede que lo haga en semanas, meses o se tarde uno que otro añito... excepto si sembraste una ceiba o pochota, si es una de esas puede que se lo agradezca a tu nieto... pero lo hará,(tardan de 60 a 100 años en crecer).
Lísto, llegamos al paso final. Ha pasado el tiempo y ahora ya no es una pequeña plantita, ya ha germinado y ha crecido lo suficiente como para necesitar una maceta más grande o que la transplantes a la huerta en un agujero más grande para darle más espacio. Lo lograste, eres un campeón o una campeona. Ahora repite estos mismos pasos una y otra vez hasta que llenes el huerto con muchas plantitas.
¡Viste que no era tan difícil!, lo sé, a veces suena más complicado de lo que es, pero te aseguro que valdrá la pena. Gracias a los huertos ahora puedes dejar de depender de tu mercado local para conseguir alimentos y si eres vegano o vegetariano, te caerá de lujo.
Espero que te haya gustado esta entrada, me divertí mucho escribiéndola y dejando mi encantador sentido del humor al descubierto. Si te gustaría recibir notificaciones sobre futuras actualizaciones te invito a que te inscribas para no perderte ningún nuevo post. Mi nombre es Robert G. Morales Cruz y nos vemos en la próxima.

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